21 Junio 2017

Sixto Fraile

Recuerdos de infancia entre dulces y carretones.
Panadería Santa Elvira, Recoleta, Santiago.

Aunque tiene 65 años, los antiguos vecinos del barrio todavía le dicen Sixtito. En aquellos tiempos, la Santa Elvira era la principal panadería en un sector de pocas casas. “Vivíamos en una casa aquí al ladito, conectada con la panadería. Cuando me iba al colegio, pasaba por el mesón de los dulces y me llenaba los bolsillos”, relata. Recuerda con nitidez el olor de los berlines y de los colegiales.
Su abuelo, también Sixto Fraile, llegó a Chile de Castrodeza, en España, y construyó la Santa Elvira en 1946. De las cinco panaderías que tuvieron hoy es la única que queda en manos de la familia. Sixto nació y creció aquí, cuando el reparto se hacía en tres carretones. A la muerte de su padre, tomó las riendas y, tiempo después, se asoció con su cuñado. “Crecí viendo a mi padre levantarse todos los días al alba, preparar el reparto, recibir las platas. Ahora soy yo el que muchas veces tiene que ir al salón, echar más latas al horno y cocer las marraquetas. Así es esto”.